Identificación de seis candidatos a enana marrón usando el Observatorio Virtual
Miriam Aberasturi^1,2, Enrique Solano^1,2 & Eduardo L. Martín^1
1Centro de Astrobiología (INTA-CSIC), Departamento de Astrofísica, Villanueva de la Cañada, Madrid
²Spanish Virtual Observatory, Spain

1. ¿Podrías explicarnos brevemente de qué trata el artículo?

Hoy en día, gracias a nuestros avances tecnológicos, estamos siendo capaces de crear telescopios cada vez mas grandes y sensibles a la luz. Todo esto genera tal cantidad de información científica que, sin las herramientas necesarias para su correcta explotación, su manejo sería muy difícil. Gracias al Observatorio Virtual (VO), el acceso a toda esta información se puede llevar a cabo de una forma sencilla y eficiente a través de internet. Esta plataforma nos permite acceder libremente a imágenes y datos de telescopios de todo el mundo. Bajo el marco de este proyecto hemos llevado a cabo el descubrimiento de nuevas enanas marrones. Las enanas marrones son objetos de baja masa incapaces de mantener reacciones nucleares estables de fusión del hidrógeno en su núcleo (como, por el contrario, sí hacen las estrellas). Fueron descubiertas por primera vez hace relativamente poco tiempo, en 1995 por un grupo de astrofísicos españoles utilizando las instalaciones del Observatorio del Teide. Estos objetos tienen masas entre 13 y 75 veces la masa de Júpiter. Además, debido a su baja temperatura (menos de 2300ºC cuando la temperatura de nuestro Sol es de unos 5500ºC), las enanas marrones son objetos muy débiles y difíciles de detectar. Por ello, son necesarios cartografiados profundos en el rango visible e infrarrojo para llevar a cabo la detección y caracterización de estos objetos. El uso de grandes bases de datos y la aplicación de criterios basados tanto en las características de la luz que nos llega de estos objetos como de su movimiento propio (movimiento aparente de las estrellas en el cielo), nos proporciona una excelente oportunidad para incrementar el número de enanas marrones conocidas y cercanas. En este trabajo, aportamos 6 nuevas enanas marrones con distancias comprendidas entre 50 y 260 años-luz.

2. ¿Qué implicaciones tiene este artículo y en qué ha sido pionero? ¿A qué preguntas ha dado respuestas?

Este artículo fue uno de los primeros en utilizar los datos provenientes del telescopio espacial WISE de la NASA (por sus siglas en inglés Wide-field Infrared Survey Explorer), lanzado en 2009. La cámara de este telescopio nos proporciona información en el infrarrojo medio, allí dónde las enanas marrones emiten la mayor parte de su luz y, por lo tanto, son más fáciles de detectar. Por otro lado, este artículo aporta la descripción de la metodología utilizada del Observatorio Virtual. El descubrimiento de nuevas enanas marrones no es más que el resultado de una eficiente explotación de las bases de datos empleadas. Este tipo de herramientas pueden ser utilizadas para descubrir nuevos objetos que se encuentran tanto en nuestra galaxia (por ejemplo subenanas, trazadores químicos de los primeros instantes la Vía Láctea, etc.) como fuera de ella (como por ejemplo cuásares de alto redshift, galaxias con un agujero negro central muy activo, etc.).

3. ¿Qué instalaciones científicas has tenido que emplear para lograr el objetivo?

Como he dicho, en este trabajo hemos utilizado el telescopio espacial WISE, pero también nos hemos ayudado de los datos proporcionados por otros dos proyectos que han cartografiado el cielo en diferentes longitudes de onda o colores como son 2MASS en el infrarrojo (Two Micron All Sky Survey), y el telescopio óptico SDSS (Sloan Digital Sky Survey).

4. ¿Qué repercusiones podrían tener los resultados de este artículo en la vida diaria actual o futura?

A nivel científico, hemos aportado seis nuevas enanas marrones que ayudarán a tener un censo de objetos de baja masa que se encuentran en nuestra vecindad solar. No sólo esto., también hemos demostrado que el uso de herramientas VO ayuda a explotar los datos de bases astronómicas, abriendo las puertas a otros proyectos científicos. En general, el descubrimiento de nuevos tipos de objetos o una mejora en la caracterización de los que ya conocemos, es posible gracias al esfuerzo colectivo en el desarrollo tecnológico de nuevos instrumentos más potentes y sensibles. Todo esto no solo se ve reflejado en nuevas misiones espaciales capaces de llegar más lejos u observar más profundo en el universo, sino que toda esta tecnología se ve aplicada en mejoras de nuestra vida diaria, como nuevos modelos de teléfonos móviles, televisiones o maquinaria hospitalaria. Nuestro trabajo es también parte de esta gran cadena, proporcionando a la comunidad internacional la oportunidad de adentrarse en el universo que nos rodea.

Miriam Aberasturi

^★★ Publicado en la revista Astronomy & Astrophysics en el año 2011

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